SONRÍE, QUE YA HA PASADO LA TORMENTA

He pasado un mal mes y creo que desafortunadamente lo sabe todo mi alrededor. Porque la chica de las mil sonrisas solo llevaba 999 y todas fingidas cuando hablaba de tí. Y no tengo problema en confesar el porqué, creo que empieza por t y acaba por u.

¿Sabes la sensación del último día de vacaciones? Sí, cuando se mezcla la felicidad, la nostalgia de todo lo que has vivido, la tristeza de volver a la rutina y a veces, la sensación de pensar que podrías haberlo aprovechado más, quizá el 200%.

Pues algo similar pasaba en mi interior. Te dejé de hablar porque necesitaba espacio y tiempo, y a la vez ver tu reacción y cómo actuabas. Lo cual fue todo lo contrario a lo que esperaba, no recibí nada, suponiendo que yo no te importaba.

Pasaron los días, algunos más largos que otros, entre biblioteca, baile, amigos, con un objetivo común, no pensar en ti, o bueno, no pensar en que no entendía nada. Después de días, dejé mi orgullo aparte, créeme que tú me importabas más que eso. Y recibí tu orgullo. Así que esperé a que se enfriara. Volví a intentarlo, ‘’joder si es que soy masoca’’, pensaba. Y volví a recibir disparos de orgullo y enfados. Lo cual, callé, tragué y entendí. Eso sí, no dejé de apoyarte, de esperarte y de sentir en ningún momento, porque tu respuesta fue un ya hablaremos. Y eso hice, esperar luchando por mi futuro y acabando mi carrera con la dificultad del que piensa mucho y no llega a ninguna conclusión.

Y he llorado, créeme. Y he luchado, aunque no lo creas. Y te echado de menos, bastantes días, algunos más y otros menos, y alguno es posible que ni te he pensado, tampoco pretendo engañarte. Pero si algo he hecho, es ponerme mil veces en tu piel, intentar pensar como tú pensabas e intentar darte lo que necesitabas. Espacio, espacio. Tiempo, toma tiempo. Miedo, te ofrecía respuestas a ellos. Tristeza, te hubiera abrazado sin preguntar nada.

Y mientras yo sentía todo esto y te esperaba, tu creaste una historia paralela. La cual puedo o quiero llegar a entender. Entiendo que la entrada de mi Blog te la tomaras a despedida. Pero si la leías con profundidad, había tantas cosas positivas, tantos recuerdos, que ni un último párrafo podía hacer declinar la balanza hacia lo negativo. Además, era un por favor, si me quieres lucha. Y sé que habían indirectas que ni siquiera te paraste a entender, porque la canción de Farewell, es un adiós para siempre, escondiendo que la despedida es siempre y cuando eso fuera lo mejor para ti y yo no fuera un obstáculo para tu felicidad. Y la canción de Dani Martín, trata sobre sin entender el porqué, todo ves que se va apagando, y eso me pasaba precisamente a mí. Por último, no esperaba que la leyeras, y menos tu respuesta después de leerla. Joder tío, lucha si me quieres, que con un poco de cabeza entiendes que no se van mis sentimientos en dos semanas, que solo quiero que reacciones.

Madrid, bonita Madrid. Sé que sigues en tus 13, pero Madrid tenía mucho significado para mí, necesitaba intentar compartir una alegría y un sueño común con la persona que me ilumina desde arriba. Sabes cuanto me ha roto por dentro ver que nunca voy a poder ir a nuestro campo, a ver a nuestro equipo, gritar juntos y celebrarlo en la Cibeles con él? No, ni quiero que te lo imagines, porque ningún dolor es comparable ni quiero que te sientas triste. Y si fui con quien fui, es porque tú no podías venir. Además, él le pidió que me cuidara, y así lo ha hecho. De una forma u otra, tenerle cerca, me hace sentir que le tengo cerca. La única persona que juega a los mismos juegos con los que jugaba con él, quien me mira a los ojos y ve, a pesar de las lentillas, que estoy mal. La persona que todo y no gustarle mis aficiones, se sienta a mi lado, porque eso es lo que hacía con mi padre, y porque es la única manera de que yo saque fuerzas. Y créeme, que me he portado mal con él. De hecho tú lo sabes perfectamente. Pero he sentido cómo a través de él, las palabras que me diría mi padre en cada momento, el orgullo que tendría él al verme acabar la carrera y como me consuela cuando veo que su sueño, que era verme graduada, él no puede verlo. Entiendo que nunca lo has entendido, quizá no te he sabido explicarlo porque me rompo. Y por favor, no pongas en duda cosas, cuando era capaz de romper este vínculo por ti.

¿Sabes por qué no puedo ir al cine? Porque cuando se separan dos personas, me recuerda a que yo me separé de él. ¿Y sabes? Cuando nadie quería entrar a ver mis películas porque yo era la pequeña del grupo, él siempre entraba conmigo y me hacía ver que aunque todos fueran a otra sala, él y yo nos lo íbamos a pasar mejor porque nosotros teníamos algo que ellos no, chuches y magia.

Por otro lado, entiendo que no me creas, pero lo mismo que he podido hacer yo, has podido hacer tú en este tiempo. Y vale que haya ocupado mi cabeza quedando con personas, pero el miedo a perder lo que tengo era superior a hacer algo. Sé que soy una creída, que tengo el ego por las nubes, y que si salgo la lista de candidatos sube. Pero como te pasa a ti. Y no he dudado en ningún momento. Si tú sí, ¿por qué no me lo dijiste? Créeme que no me he dedicado a perderte, me dediqué a esperarte. Y yo no hablé de no volver porque quería hablar y después, conjuntamente entre los dos, decidir a dónde iba todo esto. Dependiendo de tus sentimientos y los míos.

Entiendo que es tarde, que ha pasado el tiempo, que ha llovido mucho y que ambas partes están frías. Y también sé que tu intención ya no es luchar por esto, porque tu historia paralela le ha ganado el pulso a la realidad. Mientras yo sigo aquí, igual, riéndome de como tengo la lista en espera porque seguías en nº 1 en el ránking. Sabías y sabes dónde encontrarme y no has querido hablar.

Y vale que no sé decirte que me has aportado. O quizá, fríamente, después de todo, ahora sí lo sé. Creo que apareciste en el momento correcto y al conocerme, no tuve que contarte mi historia de cero, lo cual seguramente no habría sido capaz de hacerlo del todo. Me diste calma, una manera distinta de ver las cosas y sobretodo, (para mis amigas que me preguntan), me sentí ilusionada. Y cuando una persona no ha sentido ilusión en mucho tiempo por nada, volverla a sentir es realmente bonito. Ilusión por algo más allá que mi futuro o cosas por las que he luchado porque él estuviera orgulloso, esté donde esté. ¿Sabes cuándo me di cuenta que era especial? Cuando nos quedamos dormidos y soñé que estabas con mi padre… ese sueño me dijo que le hubiera encantado conocerte y es gracioso, aunque lo escriba entre lágrimas, se que te habría apoyado como si fueras su hijo, así era él, tan entregado y generoso con todos.

Y bueno dejo de escribirte, y tranquilo que esta es la última vez que lo hago, porque creo que ya está todo aclarado. Y te confieso que estoy mal y que te sigo echando de menos, pero que en nada se me pasa. Que viene verano, vienen 4 viajes, viene una graduación que me merezco por el gran esfuerzo de estos cuatro años, viene nuevas aventuras y nuevas personas, nuevos sentimientos y estoy segura que nuevas ilusiones. Y que lo siento, siento no ser lo que esperabas y que haya habido diferencias y dudas que no hemos sabido hablar. Aunque no te lo haya dicho nunca, no me importaba que no estuvieras, porque cuando estabas me llenabas de luz, ni siquiera importaban las diferencias, porque aceptaba tus defectos y abrazaba los puntos positivos. Sé feliz. Y bueno volviendo a mi verano, tengo mil motivos para sonreír y aunque quizá me convierta en lo que te dije hace tiempo que me daba miedo, no les creas o bueno sólo si pensar eso te hace sentir mejor, pero en el fondo será para olvidar y nunca dejaré de ser así, porque esto me hace especial. Gracias por darme luz un tiempo, y gracias por desaparecer ahora si consideras que es lo mejor para ti, no te cierro las puertas a hablar, si quieres aclarar algo. Gracias porque así es fácil olvidar, avanzar sin dudas, con todo dicho, y empezar de cero en una maravillosa época, un verano 2017 que acaba de empezar. ¿Qué me vas a traer?

4 viajes, una graduación, fiesta, mucha fiesta, un buen trabajo y personas que me quieren.

¿Y tú?, ¿Qué tienes tú?

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