Quédate
- Meritxell Oliva
- 7 feb 2018
- 1 Min. de lectura
Si no te vas, te dejo que me vaciles cada día, sin pasarte claro, aunque sólo la mitad de lo que yo te vacilo a ti. Si no te vas, prometo más sonrisas, llenarte de locuras, alegrarte los lunes y hacer que tus días sean menos aburridos. Prometo que tendrás cada día el brillo que tienen tus ojos los viernes. Si no te vas, encontrarás mis iniciales en todas partes, desde el cristal de tu coche hasta las notas en tu nevera, haré que mueras por tenerme cada vez más cerca y encontraré más escusas para vernos. Si no te vas, seguiré teniendo en ti mi pequeño refugio, seguiré disfrutando del sol en tus bonitos ojos claros y te seguiré diciendo mil veces a la cara lo horrible que eres mientras me crece la nariz. Si te quedas, prometo compartirte mis miedos, pero sobretodo mis triunfos, así como yo disfrutaré de los tuyos, que sé que son muchos. Si te que quedas, prometo guerra de almohadas los fines de semana, partidos de fútbol con palomitas por tu cabeza y créeme que fingiré estar triste para que me abraces fuerte. Si te quedas, mi blog seguirá teniendo color rosa donde antes había gris, mi misión será conseguir hacerte rabiar cada día un poquito más, perdona digo, conseguir que sonrías más, sufras menos y sobretodo que saques tu mejor versión de ti, la que estoy segura tienes y me debes. Si te quedas, pido simplemente que seas tú, a tu manera, con tus más y tus menos. Con tus menos y tus más.
Pero para eso... ahora SÓLO necesito que te quedes.
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